Argentina tiene la oportunidad de llegar a China con una fruta de calidad y de excelente sabor si sabe superar los desafíos logísticos y adaptarse a las nuevas tendencias de consumo.
Después de recibir a los representantes de la autoridad fitosanitaria de China que visitaron a mediados de septiembre las principales zonas productivas con el objetivo de verificar el cumplimiento del protocolo acordado, Federico Bayá, presidente del ABC, explicó que Argentina tiene un gran desafío, pero también una gran oportunidad en el gigante asiático. El desafío tiene que ver con la logística para llegar con un producto de calidad. “Venimos apostando a hacer un crecimiento en los envíos marítimos, lo que nos dio el empujón final para decir ‘vamos por China’ una vez que se abra el mercado. Existen tránsitos de 32 dias via Chile, lo que es mas similar al tránsito a europa desde el puerto de Buenos Aires. Creemos que el mercado chino va a estar ávido de consumir el producto argentino, y esa es la oportunidad que tenemos, de realzar el sabor de nuestra fruta”.
Así lo ha manifestado el comprador de Dole China, Dean Li, en la ronda de negocios que se realizó en el marco de la 9na. Jornada Técnica Regional en Arándanos de APAMA, al señalar que “lo arándanos argentinos pueden cumplir nuestros requisitos porque el sabor es muy bueno y su dulzura no puede compararse a la de otros orígenes (…)”.
Apuntar al mercado asiático atendiendo las nuevas características del consumo
En el mismo evento, Fernando Vilella, Director del Programa de Bioecnomía de la Universidad de Buenos Aires, enfatizó sobre 3 tendencias que las empresas exportadoras deberían tener en cuenta: cambió el lugar donde están los principales consumidores; segundo, cambiaron las características del consumo; tercero, cambió el formato de compra. “Vuelve el predominio de Asia en términos económicos y tecnológicos. Si miramos los últimos 20 siglos, en 18 de ellos más del 55% del PBI estuvo en Asia, y los principales inventos se generaron allí. En poco tiempo más vamos a tener esa misma situación”. Por los cambios estructurales globales, la localización de los mayores consumidores cambió, pero también el consumidor cambió. El consumidor actual pertenece a una clase media urbana, una pareja en la cual ambos trabajan, ambos fueron a la universidad, tienen pocos hijos, gastan poco de sus recursos en alimentos, y el tipo de productos que demandan es uno listo para consumir. “Las previsiones para adelante es que esta situación se instale más fuertemente. Se estima que para el 2040 en China, más del 60% de los alimentos va a ser así”. La pregunta que se hace Vilella es si seremos capaces de abastecer al menos al 0,1% de la población de este país.
En cuanto al formato comercial, el supermercado está desapareciendo y se está instalando con más fuerza, el formato web. Un ejemplo claro de este hecho es el Día del Soltero chino el 11 de noviembre. El año pasado ese día se vendieron cerca de USD 27 mil millones en China, de los cuales el 90% fuer por Internet y el 90% a través de la plataforma Alibaba. “Ese día Alibaba vendió igual a la mitad que lo que Argentina exportó ese año” enfatizó Vilella. El Black Friday, que sería equivalente norteamericano, se vendieron USD 4 mil millones, es decir 6 veces menos. Hay productos de origen argentino que son buscados, pero todavía hay que mejorar el sistema de logística, transporte y, en definitiva, de oferta, a estos mercados”. Por otro lado, ese nuevo consumidor, además de comprar por internet, paga de manera electrónica, “en China pagan más con celular que todo occidental junto”. Se trata de un consumidor informado que, además, quiere un producto que esté producido en forma sustentable y una institución a nivel internacional certifique eso fue así.
El arándano es un producto que reúne varios requisitos que le permitirían adaptarse a estas oportunidades. “Es un producto fresco, que se puede consumir de distintas maneras, es relativamente caro, con lo cual la distribución a través de la compra por web tiene sentido.”