Uruguay: Menos producción, pero mayor consumo interno

La posibilidad de que en 2007 Estados Unidos comprara arándanos al vecino país, logró que la cantidad de hectáreas plantadas llegara a 800. Sin embargo, en la actualidad, esa cifra se redujo a la mitad.

En marzo de 2007 George Bush visitó Uruguay y dio una conferencia de prensa junto a Tabaré Vázquez. De allí surgió la posibilidad de empezar a exportar arándanos a Estados Unidos. Bush manifestó que los arándanos que se producían en Uruguay eran “fantásticos” y se preguntó si había posibilidades de que se vendieran a Estados Unidos. Y así fue.

Para 2009 se producía en Uruguay un total de 800 hectáreas de arándanos, sobre todo para su exportación. Sin embargo, el boom no duró tanto.

“En ese momento había una expectativa de que el negocio iba a ser sumamente bueno, lo que hizo que se llegara a esa superficie tan importante. Posteriormente se fue dando que no era tan claro el negocio y especialmente no para todas las zonas de producción del país, porque la ventana de precios buenos es la ventana a la que se accedía con la fruta más precoz”, explicó el ingeniero Pablo Pacheco, del Mercado Modelo.

La zafra de arándanos y su exportación va desde que se inicia la cosecha a mediados de septiembre y hasta diciembre; y la zona norte del país es donde la producción se adecua más a estos tiempos. Además, es donde hay empresas de mayor tamaño, con poder de negociación y oficinas de exportación.

“Es el período incluso que justifica la aplicación de fletes aéreos, estamos hablando de un producto de alto valor que permite mandarlo en avión”, aclaró Pacheco.

No así la producción del sur “que ya arrancaba la cosecha en el momento en el cual difícilmente se justificara el flete aéreo, ya tenían que empezar a mandar en barco con veinte días de traslado hasta el destino, por supuesto con otros precios”, distinguió el ingeniero.

Además, Pacheco destacó el acceso a mano de obra calificada que hay en el norte del país en relación con el sur. “Es más difícil porque hay más competencia con otros sectores productivos o con la construcción también”, indicó.

Ese desequilibrio entre norte y sur llevó a la que superficie de producción empezara a reducirse y ahora ocupa unas cuatrocientas hectáreas, la mayoría en el litoral norte.

¿Y en Uruguay?

“En los últimos dos o tres años se ha consolidado como un producto que en el período primaveral tiene su lugar. Por supuesto que no es un producto de gran consumo porque es un producto con características más parecidas a lo que puede ser un cherry, de un valor relativamente alto, lo que hace que el consumo no vaya a ser en cantidades importantes, pero incluso en la cabeza de los minoristas se va instalando la importancia de tener alguna petaquita tanto en las ferias o puestos, y por supuesto en los supermercados”, aseguró Pacheco.

Si bien los arándanos se exportan a granel, en cajas de tres o cuatro kilos, en Uruguay suelen comercializarse en petacas.

“Para el mercado interno es un envase que tiene mucha mejor venta, se adecua mucho mejor, porque es una fruta que no acepta mucho la manipulación”, explicó Pacheco. Es una fruta que suele ablandarse en su maduración y es susceptible a la pudrición, por lo que necesita frío.

Esto se convierte en una limitante para el mercado interno, donde en los puntos de venta no se manejan con cadena de frío.

El kilo de arándanos cuesta entre 120 y 170 pesos para mayoristas y puede llegar a los 300 pesos para el consumidor. La petaca sale alrededor de 25 pesos. “Está ahora en el precio más bajo que puede llegar a tener”, finalizó Pacheco.