Arándanos argentinos: únicos por su sabor y producción responsable

imagen noticia 20-09

Esta temporada las empresas socias del ABC ponen en funcionamiento un Sistema de Cumplimiento Social que involucrará al 40% de la producción del país con acciones concretas bajo el compromiso de prevenir el trabajo infantil.

La temporada 2021 no será una más en la historia de la producción de arándanos de Argentina. Será histórica porque será la primera en la que las empresas socias del Comité Argentino de Arándanos (ABC) pondrán en funcionamiento el Sistema de Cumplimiento Social: un sistema que el sector diseñó para poner en acción su compromiso con una producción responsable y libre de trabajo infantil, poniendo el foco en la promoción de la educación en las zonas productoras.

Durante 2020, y a pesar de la pandemia, algunas empresas socias del ABC probaron el Sistema testeando sus tres principales componentes: prevención, monitoreo, y atención.  Luego de la exitosa puesta a prueba, este 2021 el 40% de la producción de arándanos argentinos se hará bajo este modelo de producción.

“Nuestro compromiso social y el sabor de nuestra fruta hacen del arándano argentino un producto único y diferente” aseguran desde el ABC.

“El trabajo infantil es un tema que al principio nadie se le quiere arrimar, pero hace unos años el ABC tomó la iniciativa de impulsar acciones para prevenirlo y llevar adelante una agricultura responsable. Nuestras empresas son conjunto de valores, sueños y objetivos y bajo esa premisa queremos trabajar” -explicó el presidente del ABC Alejandro Pannunzio-. “Decidimos no señalar a los demás sino pensar qué podemos hacer nosotros. No hay sectores prósperos en países que no progresan”, agregó.

Desde el Comité reconocen que el trabajo infantil es un problema social multicomplejo y que “desde el punto de vista comercial puede traer muchas consecuencias como cierre de mercados y condena de todo un sector, por eso queremos transformar esta amenaza en una oportunidad”, explicaron.

Modelo de negocios triple impacto

“Nuestro producto no es un producto alimenticio solamente. Hay otro ángulo de cómo nuestra fruta es producida. El consumidor final percibe un nuevo aspecto de calidad: el cómo hacemos las cosas. El nuevo consumidor es consciente de toda la cadena de responsabilidad social” explica Francisco Estrada, productor y socio del ABC.

“Como sector hemos decidido cambiar nuestro modelo por un modelo de negocios que sea socialmente responsable donde la educación de los niños y niñas sea una cuestión central junto con la prevención del TI. El mercado no perdona este tipo de faltas y queremos ser pioneros en el mundo trabajando bajo un sistema que garantice que no haya riesgo de que el TI esté en nuestras producciones”, afirmó.

El modelo de negocios triple impacto que el arándano argentino está desarrollando tiene un objetivo claro: que la fruta tenga dos valores agregados: el comercial y el social.

Cómo lo hacen

El Sistema de Cumplimiento Social es un sistema que fue diseñado por los propios integrantes de toda la cadena de valor de la producción de arándanos en Argentina, con la asistencia técnica de la Fundación DyA, organización especialista en la temática en todo el mundo.

Sin embargo, la implementación requiere de una articulación cuatripartita que involucra por partes iguales al sector privado, el público, la sociedad civil y los sindicatos, contando en este caso con la participación clave del RENATRE, el Registro Nacional de Trabajadores Rurales.

Cinco puntos resumen la esencia del SCS:

  1. La decisión política de todo el sector: Estado, sindicato, trabajadores, productores y empresarios.
  2.  Participación de toda la cadena de valor: trabajadores, productores, empresarios, contratistas, técnicos, todos participaron de talleres de capacitación en la temática
  3. Articulación pública-privada:  los tres niveles del Estado están involucrados en diferentes instancias, tanto en la prevención con los controles durante la cosecha como en la atención, cuando se detecta a una situación vulnerable que requiera de asistencia estatal
  4.  Alianzas con la Sociedad Civil: las organizaciones sociales como sector clave para la asistencia técnica tanto en el diseño del SCS como en la atención.
  5. Sinergia con otros sectores productivos: el arándano es el sector pionero en diseñar el sistema, pero los trabajadores y trabajadoras del arándano son, en otra época del año, trabajadores y trabajadoras de otros sectores como el citrus, por ejemplo. El sistema está pensado para tener continuidad durante todo el año también en otros tipos de cosechas.

El Sistema

Consta de tres componentes:

  1. Prevención: Dictado de talleres de capacitación a toda la cadena de valor. Incluye acciones de comunicación y sensibilización social en las comunas productoras sobre la prohibición del trabajo infantil: ploteos en colectivos que transportan trabajadores, por ejemplo; manuales; y carteles preventivos en cada tranquera. En esta instancia se inscriben también los Servicios a la Comunidad que el sector promueve junto a organismos públicos y de trabajadores: centros de cuidado infantil para hijos de cosecheros y espacios de conectividad digital y asistencia escolar para adolescentes residentes en las comunas productoras. Ya se habilitaron 2 Centros de Cuidado y 2 Puntos Jóvenes. Hay otros 2 en construcción en el país.

 

  1. Monitoreo: instancias de control permanente en las cuadrillas tanto en los campos como en los transportes. Interviene el sector privado como responsable, junto a otros organismos públicos. Se implementan tecnologías en los campos, como un app, que controla accesos, filtra ingresos y reporta incidentes. Esta app la utilizan desde capateces hasta contratistas. Intervienen controlando organismos como RENATRE o los gobiernos a través de las áreas de Trabajo, con las inspecciones.
  2. Atención: intervienen organismos públicos como las áreas de Salud, Desarrollo Social, Educación y el sector privado y ONG´s, en la atención ante posibles incidencias que reporte la instancia de monitoreo.

El proceso está en marcha y los desafíos son enormes, pero la convicción y el trabajo  lo son aún más para este nuevo impulso que toman los arándanos argentinos, una fruta producida de manera diferente.-