A pesar de enfrentar uno de los otoños e inviernos más fríos de los últimos 60 años, el sector de arándanos en Argentina ha demostrado su capacidad de adaptación y resiliencia gracias a la implementación de sistemas de protección climática.

Con aproximadamente el 70% de los campos de arándanos bajo la protección de sistemas antiheladas, los daños causados por las heladas han sido significativamente menores de lo esperado. Los cultivos protegidos bajo estos sistemas han sufrido daños mínimos, mostrando la eficacia de estas tecnologías en la preservación de la calidad y cantidad de la producción.

Campos sin control antihelada, Creditos ABC

Según el primer relevamiento que hizo el ABC, si bien algunas áreas con heladas más intensas han experimentado daños, y aquellos campos sin cobertura antiheladas han perdido parte de su fruta temprana, el panorama general es positivo. En este contexto, Argentina planifica una temporada similar a la campaña 2023, aprovechando las oportunidades que ofrece el mercado internacional tan dinámico y en crecimiento. Es importante destacar que la demanda mundial de arándanos sigue en ascenso, con una tasa de crecimiento anual de aproximadamente el 6%. Esto refleja el creciente aprecio del consumidor por esta fruta, conocida por sus beneficios nutricionales y sabor excepcional.

Campos con control antihelada- Creditos ABC

Argentina también apuesta por seguir desarrollando su mercado interno. Año tras año, los consumidores locales se hacen más adeptos al sabor y los beneficios de esta fruta tan versátil. El crecimiento en el consumo interno es una señal clara de que los arándanos están ganando un lugar importante en la dieta de los argentinos, lo que fortalece aún más la industria.
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