Si es el arándano más dulce y sabroso que jamás hayas probado, es un arándano de Argentina

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A nivel mundial la carrera de éxito del arándano continúa. Año tras año se suman nuevos consumidores y aumenta el consumo.

El éxito se debe a que esta fruta reúne las características que busca el consumidor actual: saludable, práctico y sabroso. La Argentina se destaca especialmente en este punto dado las favorables condiciones agroecológicas y la excelente calidad del agua y suelos.

El arándano está considerado como una una “super fruta” debido a que es una fuente de minerales y vitamina C. Es la baya con mayor capacidad antioxidante, tiene poderes antiinflamatorio y antibacteriano, entre otros beneficios.

La Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos (organismo para el control de alimentos y medicamentos) resume así las propiedades del arándano: es un fruto libre de grasa, sodio y colesterol y rico en fibras, refrescante, tónico, astringente, diurético, con vitamina C y ácido hipúrico (impide que las bacterias se fijen en la pared de la vejiga).

El pigmento que le da el color azul al fruto -la anthocianina- interviene en el metabolismo celular humano disminuyendo la acción de los radicales libres asociados con el envejecimiento, con el cáncer, con las enfermedades cardíacas y con la enfermedad de Alzheimer.

El arándano argentino sinónimo de calidad y sabor

El arándano argentino se destaca en el mercado mundial por su excelencia en calidad y sobre todo por su excepcional sabor. Esto se debe principalmente al clima que tenemos y las variedades que plantamos, ya que se hizo un recambio varietal importante cercano al 85% del total de las hectáreas plantadas. Esto sumado a que el 95% de las exportaciones se realizan por vía aérea logrando llegar al país de destino de forma inmediata prolongando así la vida útil de la fruta en góndola.

Inicialmente Argentina trabajaba con las variedades Oneal y Misty, pero éstas ya han sido reemplazadas casi en su totalidad. Actualmente, la mayor parte de la superficie está plantada con variedades que mejor se adaptan a las condiciones geoclimáticas de las regiones productoras de Argentina, como Emerald, Snowchaser y Star.

Las nuevas variedades implantadas en Argentina vienen teniendo una excelente performance, contribuyendo a posicionar a nuestro país cómo líder en esta ventana; la de primicia del Hemisferio Sur (entre los meses de Agosto y Octubre).

Esta realidad finalmente llegó como consecuencia de una visión, una confianza y un gran compromiso de los productores que, atentos a los avances tecnológicos de los viveristas y mejoradores de plantas, invirtieron en el recambio varietal. Allá por el año 2008 los productores argentinos nos preguntábamos cómo podíamos hacer para separar bien nuestra oferta de la enorme “marea azul” que se vislumbraba venir de los países competidores. La estrategia de diferenciación iba a llevar su tiempo pero sabíamos que era el camino a seguir.

Vale destacar también a los productores que han incursionado en el cultivo y producción bajo las normas de producción orgánica. Ellos, aprovechando el auge existente a nivel nacional de producción orgánica, sumando a los arándanos a la gran lista de productos orgánicos ofrecidos al mundo por Argentina.

Hoy estamos contentos con el trabajo conjunto que se ha realizado y consideramos que estamos transitando la senda correcta: orientados a la calidad y el sabor, la permanente innovación y confiabilidad en los mercados.